El blog dedicado a compartir información sobre actividades de montaña, principalmente en Sierra Nevada, aunque sin olvidar otros macizos como Alpes o Pirineos. Fotografías: Manolete y José Ángel Méndez.
Se llega bien en coche hasta el aparcamiento que hay antes
del barranco de El Caballo.
Salimos en esta ocasión: Camy, Fer, Maxi, José Luis,
Manolete y yo.
El porteo fue de menos de media hora, pues hay nieve
continua a partir de 2300 m. Por la mañana la nieve estaba muy dura, nosotros
subimos sin poner cuchillas, pero si las hubiéramos puesto tampoco hubiera
pasado nada.
Ascendimos hasta el segundo collado que hay al este de la
cumbre de El Caballo (2900m), para bajar una empinada pala que ya conocíamos de
otras ocasiones. Descendimos a través de una nieve primavera fabulosa hasta el
cauce del río Lanjarón a 2600m.
Detalle de la primera parte del descenso.
Pusimos pieles y nos dirigimos hacia la loma de Cáñar. Al
cambiar la orientación, nos encontramos con la nieve muy dura y así continuamos
hasta llegar a la loma, muy cerca de la cumbre del Pico del Tajo de Los Machos.
Yo empecé a encontrarme mal, por lo que decidí no seguir con la excursión y
empezar a volver sobre mis pasos. Manolete se vino conmigo, mientras el resto
del grupo alargó la actividad bajando al río Lagunillos.
Impresionante el valle de Lanjarón presidido por El Caballo.
Esperamos un rato en la loma a ver si me reponía y fue este
el tiempo suficiente para que la nieve dura de la subida se transformase en
nieve primavera de la buena para la bajada. Apenas tres o cuatro centímetros de
cremita sobre base dura.
Llegamos de nuevo al cauce del río y pusimos pieles para
salir del valle. Gracias al viento la nieve aguantó bien sin ponerse demasiado “papa”.
Al llegar al collado decidimos hacer un último esfuerzo y subir a la cumbre de
El Caballo.
Para terminar el día nos regalamos con una magnífica bajada
de nuevo hasta los 2300m, en la que nos acompañaron Miguel, Mikel y su perrita
Eider.
Ahí va el vídeo que recoge desde el río Lanjarón hasta la acequia de Los Hechos.
PUNTAL DE VACARES (3144 M) (Y ALGÚN TRESMIL MÁS) DESDE PEÑA PARTIDA
El puntal de Vacares es “ese oscuro objeto de deseo” para
cualquier esquiador de montaña, ya que es uno de los picos más estéticos de
Sierra Nevada, pues es un torreón de difícil acceso, enclavado en la parte más
salvaje y aislada de la cordillera, que conforma un balcón con inmejorables
vistas sobre la cara norte de La Alcazaba. A todos estos alicientes hay que añadir
la fabulosa esquiada que tiene desde su cumbre hasta la laguna homónima.
Sin embargo, la conquista de esta montaña supone una
actividad larga y comprometida para afrontarla en el día, es por ello por lo que decidimos
aproximar la tarde anterior hasta el refugio de Peña Partida, quitándonos así
500 metros de desnivel y 6 kilómetros para el día siguiente. A cambio nos tocó
cargar con las mochilas pesadas (saco, colchoneta, comida, material de cocina…), pero,
bueno, así entrenamos, jejeje.
Os dejo un vídeo para que veáis el estado del refugio de
Peña Partida:
Y ahora, al grano:
En esta ocasión fuimos trío, pues a los dos de siempre se
unió el amigo Maxi.
La subida a Peña Partida poca ciencia tiene. Salimos del
primer aparcamiento de la loma de Papeles, a poco más de un kilómetro de la
cadena (con estos calores se podrá salir ya desde la cadena), donde nos pusimos
los esquís. Seguimos el camino, para poco después montarnos en la loma y llegar
al refugio después de hora y media de marcha. Cenita, traguitos de vino y al
sobre.
Antes de seguir, una pequeña aclaración: cuando me refiero a
El Cuervo (3154 m) hablo del punto culminante de la loma de Los Cuartos y cuando
me refiero a La Atalaya (3147 m) quiero decir el pico que está al oeste del
collado de La Buitrera.
Nos levantamos a las siete, pero no nos pusimos en marcha
hasta las ocho y media. Subimos por la loma de Los Cuartos, que está muy escasa
de nieve. A partir 2950 m la nieve es escasa está muy dura, por lo que
decidimos ponernos los crampones para avanzar por la arista. En los últimos
metros antes de la cumbre la nieve desaparece.
Saliendo del refugio.
Loma de Los Cuartos.
Cambiando de esquía a crampones.
Arista cimera.
Rocas y hielo en la cumbre de el Cuervo.
Cambio de herramientas y esquiar rumbo al cauce del río de
Juntillas, hasta los 2800m, momento en el cual nos orientamos hacia el oeste
para afrontar una larga media ladera descendente que nos deja a 2600m bajo la
vertical de la cuneta de Vacares.
El calor es insoportable. Nos quitamos toda la ropa que
podemos, nos remangamos los pantalones, ponemos pieles, las enceramos y para
arriba con mucha paciencia.
Quitándonos toda la ropa posible
Por suerte, a la altura de la laguna de Vacares
empieza soplar una brisa que alivia un poco el calor, coincidiendo con el punto
en el que la pendiente se agudiza. Ascendemos trazando una zeta tras otra, la
nieve comienza a endurecerse y cuando llegamos al punto (3070m) en el que hay que
hacer una travesía muy expuesta a izquierdas sobre unos tajos (por la que luego
bajaríamos esquiando) consideramos la posibilidad de ponernos los crampones y
subir rectos por un corredor que sale directo a la cumbre, pues vimos que era
la opción más segura.
En las rocas nos pusimos los crampones.
Corredor de acceso a la cumbre del puntal de Vacares.
Cumbreeee!
Las vistas desde la cumbre son maravillosas, sobre todo
hacia el oeste, pues si miras en esa dirección puedes ver a todos “los grandes”
de la Sierra, salvo el Mulhacén, que se esconde detrás de su dama, la Alcazaba.
Un poquito de postureo, jejeje
Nos ponemos los esquís en la misma cumbre y salimos por un
estrecho pasillo en dirección sur que nos lleva un collado, giro a izquierdas y
travesía (con los esfínteres bien “apretaicos” para evitar pérdidas
innecesarias) sobre la pendiente sobre los tajos, de la que hablaba antes. La
nieve está bastante dura, pero los cantos agarraban bien, menos mal. Una vez
fuera de la zona comprometida nos regalamos una esquiada fabulosa hasta la laguna
de Vacares: mucha pendiente y buena nieve, es decir lo que viene a ser un lujo.
Bajada de Vacares.
Decidimos que terminaríamos la excursión subiendo de nuevo a
el Cuervo y bajando por los Lavaderos de La Reina, y que lo haríamos por la
parte alta para evitar el calor que hacía en las partes bajas. De esta forma,
nos dirigimos al collado de La Buitrera. Al dejarlo atrás tuvimos que superar
una pala muy empinada que nos obligó a trazar algunas zetas “apretaillas”.
¡Qué bonito se ve Vacares con nuestras huellas! jejeje
Al poco llegamos al pico de La Justicia (3141m).
Maxi se ve más grande que La Alcazaba.
Desde aquí
ya tenemos vistas de el Cuervo. Es importante reseñar para los que no conocen
la zona que a pesar de que para ir de uno al otro hay varios sube y baja es
conveniente no quitar pieles en este tramo. Encontramos algún tramo descendente
en esta zona con nieve helada que nos dificultó un poco el avance con las
pieles puestas.
De La Justicia al Cuervo.
Del Cuervo a La Justicia
Rampas finales
Fotaca de Manolete
Cumbre de El Cuervo
Desde la cumbre de el Cuervo, descendemos unos metros para
ponernos los esquís y pegarnos la última esquiada del día a través de Los
Lavaderos de La Reina. Una esquiada soberbia en la que "te cascas" 600 m de
desnivel, con una nieve magnífica, todo sea dicho, hasta que te montas en la loma
de Los Cuartos por la cota 2600m, más o menos.
Descenso de Los Lavaderos de La Reina.
Para terminar el día ya solo queda la deslizada-remada final
hasta la loma de Papeles, que se hizo un poco pesada, para que decir otra cosa.
Espero que os haya gustado
Vídeo de la actividad:
DATOS PRÁCTICOS:
DISTANCIA: 30 KM
DESNIVEL: 2100M
TIEMPO: 1H 30 MIN A
PEÑA PARTIDA 9H 30 MIN EL RESTO:
En la entrada de hoy voy a compartir la actividad que hicimos el domingo pasado:
Nos juntamos un grupo grande: Maribel, Camy, Joaquín, Salva, Luis (con el que no coincidíamos desde "ni me acuerdo"), José Luis, Manolete y yo. Salimos de Los Peñones con los esquís puestos (hasta que no nieve de nuevo esto no se va a poder hacer y habrá que portear como mínimo hasta el cruce con el Águila).
Como siempre, subimos pegado a las pistas de esquí. Decidimos, sobre la marcha, asomarnos a ver cómo estaba el valle de San Juan, y a 2900m vimos que nos salía una pala a la izquierda con una pinta fabulosa que nos decía "ya estáis quitando pieles y tirando para abajo". Le hicimos caso y nos envenenamos(porque la idea primera era esquiar un poco y luego tirar para Peñamadura, que era nuestro objetivo), bajando hasta que se acabó prácticamente la nieve, sobre los 2400m.
Seguimos durante el descenso la margen izquierda del valle.
La pala de entrada al valle de San Juan
Valle de San Juan a 2400m
Con el amigo Luis, ¡qué alegría después de tanto tiempo!
A partir de aquí, poco más que contar, jejeje. Ascendimos el San Juan por su margen derecha hasta 3050m, en donde pudimos disfrutar de unas magníficas vistas de los cuatro grandes: Veleta, Machos, Mulhacén y Alcazaba. Y otra vez para abajo hasta los 2400m. Seguidamente remontamos por la margen izquierda, saliendo del valle a 2800m, pues habíamos localizado una pala con una pinta deliciosa, como luego pudimos confirmar. Quitamos pieles y otra vez a esquiar hasta los 2400m.
Para finalizar el día volvimos a subir hasta 3050 m y salimos esquiando por el collado de Los Leones, para cerrar un día espectacular, que terminó echando unas cervecinas para no perder las buenas costumbres.
No veas si aprovechamos la bajada...
Mirad el pedazo de corte
Zetas a escuadra y cartabón.
Menudas vistas
Dos ultragrandes: Maribel y Camy. Fuertes como el vinagre...
Mirad que ordenados: zetas a un lado y eses al otro, jejeje.