viernes, 11 de abril de 2025

PRADOLLANO TREVÉLEZ PRADOLLANO,

 

ESQUÍ DE MONTAÑA:

PRADOLLANO-TREVÉLEZ-CAPILEIRA-PRADOLLANO.

7 y 8  DEABRIL 2025.

Después de unos meses de parada obligatoria vuelvo a la montaña, y vuelvo haciendo lo que más me gusta: esquí de montaña. Además, vuelvo a lo grande, realizando una de las clásicas de la Sierra: PRADOLLANO-TREVÉLEZ Y VUELTA DESDE CAPILEIRA. Es como si las últimas grandes nevadas hubieran querido dar un impulso a mi vuelta.

Digo que vuelvo del tirón con esta ruta, pero no es cierto, pues después del parón antes de la que aquí refiero he hecho otras tres salidas, siendo solo la anterior a esta de cierta entidad, ya que fue la subida al cerro de El Caballo con la bajada por la rinconada de Nigüelas. Sin embargo, eso es arena de otro costal.

Vamos al lío.

Realizar esta clásica supone afrontar casi 50 km con más de 3000 m de desnivel positivo en dos días.

¡Ah, se me olvidaban “los protas”!, que en esta ocasión hemos sido Mario, Maxi, Manolete y yo.

DÍA 1: APARCAMIENTO DE LOS PEÑONES-TREVÉLEZ

25 km, 1600 m D+, 9 horas.

TRACK

Salimos a las diez de la mañana y nos dirigimos al collado de La Carihuela. Avanzamos llevando la estación de esquí a nuestra derecha hasta Las Posiciones, punto en el que cogimos el carril. Cruzamos el Zayas e hicimos una media ladera a través de nieve bastante dura antes de llegar al collado.

Al lado del refugio de la Carihuela con el puntal de Loma Púa al fondo.
Vistas hacia el valle del río Veleta.
Descendimos esquiando la primera parte, que tiene bastante inclinación, nieve polvo prensada, hasta que giramos a la izquierda para seguir una diagonal descendente hasta el “tubo”de siempre. Tras descenderlo, deliciosa nieve primavera, acabamos en el inmenso llano (2900 m) que hay debajo del collado del Lobo.

Descenso desde la Carihuela.

Ponemos pieles y subimos. A medida que la pendiente se acentúa la nieve se pone más y más dura, haciendo que en las últimas vueltas maría tuviésemos que sudar un poquito.

Mirando bajo los esquís de Mario os podéis hacer una idea de lo dura que estaba la nieve.

Tras superar el collado seguimos con pieles hasta loma Pelá. Una vez arriba quitamos pieles y nos dispusimos a disfrutar de uno de los descensos clásicos de la Sierra: la bajada a la laguna de La Caldera. Son apenas algo más de 100 m de descenso, pero con bastante pendiente y para nosotros con una delicada nieve primavera. Al principio, eso sí, entramos con precaución pues había cornisas en la loma.

Subiendo a loma Pelá
Descenso de loma Pelá a la laguna de La Caldera

Una vez abajo, comemos un poco y nos preparamos para la última subida del día: la pala oeste del Mulhacén. Desde lejos parecía que tenía poca nieve, pero cuando te metías en faena observabas que había más de lo que parecía. De hecho, no tuvimos que descalzar los esquís hasta los 3400 m. Además, igual que en la subida al anterior collado la nieve se iba poniendo cada más dura a medida que se iba ganando altura.

En la cumbre el viento azotaba con fuerza.


Ya no hay que subir más, para llegar a Trevélez nos quedan 11 km de descenso, de los que siete serían sobre nuestros esquís.

El descenso de la cara este lo pillamos duro como un cuerno hasta los 3100m. Aquí empezó a transformar lentamente en nieve primavera.  Llegamos a la laguna Hondera, después bajamos por las chorreras Negras, punto en el que la pendiente aumenta y la nieve se puso muy pesada.

Cara este del Mulhacén.

 Después la cosa mejora y una sucesión de medias laderas y descensos primaverales nos dejan en la puerta del refugio de La Campiñuela (2400 m), por cierto, reformado y en buen estado. A partir de aquí fuimos “ratoneando” para demorar lo más posible el momento de quitarse los esquís. Y como todo llega, este momento llegó a los 2100 m, cuando aún nos quedaban 4 km para llegar a Trevélez.


Al llegar al pueblo paramos a tomar las cervezas de rigor esperando al taxi que nos llevaría a Capileira, lugar en el que pasaríamos la noche.

Para el que le interese, diré que el taxi nos costó 40 € y que en Capileira nos alojamos en el hostal Moraima, al precio de 50€ la habitación doble. Para terminar con la logística, os diré que el todoterreno que nos subió de Capileira a la hoya del Portillo nos cobró 50 €.

 DÍA 2: HOYA DEL PORTILLO-REFUGIO DE POQUEIRA-TERRERAS AZULES-RÍO VELETA-PUNTAL DE LOMA PÚA-PRADOLLANO.

23 KM-8H-1600 M D+.

TRACK

Nos levantamos sobre las siete de la mañana, desayunamos en el bar del hostal y a las ocho estábamos montados en el todoterreno rumbo a la hoya del Portillo.

Acabamos de preparar las mochilas y a las nueve estábamos andando. Cogimos por el camino que abandonamos unos cientos de metros después para coger la primera barranquera que nos salió a la izquierda. Remontamos por el pinar hasta salir de él a la altura de puerto Molina (2370 m). Continuamos ganando altura suavemente hasta algo menos de los 2600m. En este punto quitamos pieles y trazamos una agotadora diagonal descendente de cuatro kilómetros hasta el refugio Poqueira.

Puerto Molina

Parte de nuestro recorrido.

Desde el refugio bajamos al río Mulhacén y desde allí superamos la parte baja de loma Pelá, sin ganar ni perder altura, hasta dar con el valle de río Seco. Subimos el valle hasta colocarnos bajo el chorrerón de río Seco. Giramos a la izquierda para acometer la corta, pero dura ascensión al collado de Terreras Azules (2766 m). El calor era insoportable.

Collado de Terreras Azules

Después tocaba un descenso corto, pero muy agradable, a través de la inefable nieve primavera de Sierra Nevada, que nos depositó en el cauce del río Veleta allá por los 2550 m. Allí nos encontramos con Dani y Javi, quienes nos acompañarían hasta el final de nuestra excursión.

Descenso desde Terreras Azules.

En esta depresión hace aún más calor que en el valle de río Seco.  Además, nos quedaba superar los casi 700 m de desnivel que nos separaban del puntal de Loma Púa.

Sin prisa, pero sin pausa y con mucha paciencia íbamos ganando metros superando una zeta detrás de otra hasta llegar a loma Púa un poco al norte del collado del Sabinar. Seguimos la loma hasta que a los 3050 m se convierte en arista. En este punto cambiamos esquís por crampones y superamos los escasos metros que nos separaban del puntal.

Subiendo con el Veleta a la espalda.
En loma Púa
Llegando a la arista
Últimos pasos antes de echar los esquís a la mochila.
En la arista
En el puntal de Loma Púa

Después bajamos un poco hasta la estación de esquí. Volvemos a poner pieles para subir hasta la estación superior del telesilla de la Laguna. Allí quitamos pieles y nos regalamos una fantástica esquiada hasta el mismo Pradollano.


Y ahora a buscar un sitio para echar unas cervezas, que para mí que nos las hemos ganado.

Espero que os haya gustado.

 





2 comentarios:

  1. Que gran reportaje! Enhorabuena por la actividad y sobre todo por la vuelta al rueda, buena señal que estés para semejante trote.

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  2. Hola Jose. Ahí vamos poco a poco. Muchas gracias

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